Es probable que muy pocas veces hayas escuchado el concepto de efecto HALO, pero indudablemente lo conoces. Para conceptualizar utilizaré la definición que nos entrega la página web, https://psicologiaymente.com/psicologia, la cual señala que es un “sesgo cognitivo por el cual tendemos a hacer que nuestra opinión y valoración global de una persona (…) influya sobre el modo en el que juzgamos y valoramos propiedades y características específicas de esa persona” (…) donde consciente o inconscientemente se realzan atributos (positivos o negativos ), generalmente ante alguna primera interacción. Si bien la definición se amplía hacia organizaciones, elementos o marcas, para esta reflexión lo circunscribiré en las personas.
¿Ahora te hace más sentido? Si la definición estuvo un tanto confusa, el efecto HALO es lo que comúnmente entendemos por “sacar patente”, “caracheo” o el también conocido “feiceo”. Tal como se señala, este efecto es un sesgo cognitivo, el que personalmente asocio a lo gregario, es decir, al pensamiento grupal. Al aseverar que un individuo es bueno o malo porque tiene tal especialidad, o porque ha tenido logros o fracasos académicos, o porque su familia tiene tal o cual característica, para nombrar solo algunas de varias etiquetas que “nos permiten” establecer si “paga o no paga”, lo que hacemos es formar un juicio interno y en la mayoría de ocasiones externo (las proyecciones o efecto espejo, conocido como pelambre, del cual les compartiré mi perspectiva en otro artículo.)
¿Por qué es importante reflexionar sobre esto? Bueno, permanentemente estoy revisando los artículos que se publican en ArmaMente, en especial aquellos relacionados con el pensamiento crítico y creativo. En esa dinámica me encontré con la publicación “Si quieres ser un comandante creativo entonces equivócate”, artículo muy interesante y con el cual estoy completamente de acuerdo… Pero como la invitación está hecha para “pensar fuera de la caja”, mi perspectiva está en que primero hay que “conocer la caja” y “ubicarse en que parte de la caja estoy”. (Con esta mirada, intento resaltar el hecho, de que no se puede dejar de lado la cultura e idiosincrasia en donde se está inmerso)
¿Estamos en condiciones de tolerar errores?… No hablo del deber ser, hablo desde la perspectiva realista, concuerdo plenamente que debemos avanzar hacia la tolerancia, pero mientras no estemos consientes de nuestros sesgos, no seremos capaces de transitar hacia un pensamiento superior que trascienda los intereses personales.
Sin duda has sido objeto o parte del efecto halo, si lo has reconocido, felicitaciones has avanzado hacia un pensamiento superior, que no solo te favorece a ti, sino que a tus pares, superiores y subordinados. A continuación, menciono algunos aspectos que a juicio personal, permiten liberarse de ciertos sesgos:
- Se objetivo de pensamiento, para ello busca comprender el rol de los conceptos en el pensamiento humano, a través de los cuales, las personas definen y dan forma a sus experiencias, considerando además que las personas emplean conceptos distorsionados para mantener un punto de vista en particular o para controlar o manipular el pensamiento de los demás.
- Se valiente intelectualmente… Uff que difícil… ¿no?.. para ello enfrenta y aborda con justicia las ideas, creencias o puntos de vista hacia los cuales se tienen fuertes emociones negativas. Así mismo, desarrolla la voluntad para enfrentar la desaprobación del grupo al expresar una idea que no sea popular o bien al desafiar una que sí lo sea y se capaz de reconocer que las ideas consideradas peligrosas o absurdas dentro de una sociedad, son algunas veces racionalmente justificadas (en su totalidad o en parte).
- Se íntegro intelectualmente, honesto y consecuente contigo mismo. Para ello debes identificar tus propias y más básicas inconsistencias de pensamiento, palabras y hechos, logrando un conocimiento interior de sí mismo, identificando y admitiendo con honestidad las discrepancias e inconsistencias en sus propios pensamientos y acciones.
- Se intelectualmente autónomo, determinando por ti mismo qué creer y qué rechazar. Al reconocer que la mayoría de las creencias que mantienes no han sido analizadas y evaluadas, se capaz de pensar por ti mismo y no tener miedo al rechazo por parte del grupo.
Como conclusión, podemos suponer que todos alguna vez hemos sido objeto o contribuyentes del efecto Halo. Solemos poner etiquetas y estigmas sin mayor análisis, solo por ser parte de algo, o para la obtención de un bien inmaterial y/o de la aceptación grupal. El objeto del artículo, que más que un artículo es una invitación al autoanálisis, es evidenciar ciertos aspectos propios de nuestra cultura, visualizar nuestros sesgos para en conocimiento de ellos, superarlos…
Militar apasionado por la profesión, impetrante exigente en el desarrollo del pensamiento critico en los comandantes y siempre dispuesto a cambiar de opinión ante argumentos sólidos y fundados.
Buen artículo.
Interesante artículo, concuerdo con Ud. En permitirnos equivocarnos, pero debo agregar que debemos permitir que nuestros subordinados también lo hagan, y a que me refiero con esto; al simple hecho que muchas veces no lo hacemos, no dejamos que nuestra gente se equivoque, más específico aun, no dejamos que tomen decisiones, ni busquen soluciones a una misión asignada. Por lo que cuando uno da una misión, de inmediato preguntan cómo hacerla y con que medios……ya no existe; “el cómo es suyo”, donde uno debía ingeniarse cómo dar solución a distintos problemas, y no estamos hablando de un análisis del combate, sino de misiones simples cómo arreglar una fuga de agua, o recuperar el jardín de la u.f. Y no me refiero tampoco a que tengan que usar dinero propio para dar solución a dichos problemas (los cuales la mayoría de las veces se solucionan “via amistad”, o con ingenio)
Como comandantes caemos en el vicio de no dejar que nuestra gente busque una solución acordé a lo suscitado, damos una misión, entregamos los medios, y participamos directamente en la solución de esta, dejando de lado otras labores que debemos realizar, pero queremos asegurarnos de que todo salga bien y no fallar en lo ordenado. El problema con esto, es que la gente se acostumbra y se convierten en ejecutantes sin capacidad de resolución y con miedo constante a cometer un error.
Por lo que debemos invitar no sólo a equivocarnos, sino que también dejar que nuestra gente cometa errores y si los cometen, enseñar y corregir, y no caer en el efecto HALO antes nombrado.
Finalmente la gente no debe ser encasillada por sus logros o errores, sino por sus competencias……no puedes juzgar a un pez por no saber trepar un árbol.
Así es , la tolerancia no es unidireccional, es decir “quiero que me acepten mis errores pero no acepto el de los demás” es más bien omnidireccional… es clave lo que señala en el sentido de que los mandos buscan el éxito en primera instancia (hay situaciones que por cierto se requiere así) en eventos que se permite el error y son esos eventos que se deben aprovechar para entrenar y hacer propio la guerra de maniobra…pero atento , si bien es cierto hay gran responsabilidad en el Cdte “asegurado” como en el cómodo subordinado que ha perdido su impetuosidad e iniciativa, exigiendo y buscando que se le trate como profesional…
O no?