¿Sirve planificar en tiempos complejos?

En mis últimos artículos he comentado sobre las decisiones intuitivas, las de ejecución y como la actualidad nos impone horizontes de planificación mucho más cortos que antes. En este sentido, muchos teóricos militares contemporáneos han escrito sobre las diferencias entre las guerras del pasado y las actuales, Martin Van Creveld en “The Transformation of War” y “The Changing Face of War”; Rupert Shmit en “The Utility of Force”; Standley McChristal en “Team of Teams”, entre muchos otros, postulan la necesidad de hacer cambios para abordar de mejor forma como enfrentaremos las crisis y guerras del futuro. Lo anterior, porque es evidente que nos estamos equipando y entrenando para un tipo de conflicto distinto al que enfrentaremos, y lo que es peor, nuestra forma de pensar y tomar decisiones es la que presenta más deficiencias en este sentido.

La situación que vive hoy nuestro país, es un ejemplo de las nuevas variables que se han sumado al ambiente operacional: adversarios híbridos, alto ritmo de las operaciones, sobreinformación, masificación de tecnologías, influencias ideológicas y operaciones en zonas altamente pobladas entre muchas otras, cuestionan la forma como nos organizamos, desarrollamos capacidades y especialmente pensamos y tomamos decisiones. Pese a lo que se comenta, concuerdo con McChristal quien afirma que este problema no obedece a una característica generacional: “No somos más flojos o menos inteligentes que nuestros padres y abuelos, simplemente lo que a ellos les funcionó a nosotros no nos va a funcionar”.

Quizá, con el tiempo nuestra metodología de planificación (PCT-PPM-PPO) ha llegado a constituirse en una herramienta que paso a ser el fin y no el medio para apoyar nuestra toma de decisiones, y de esta forma, ha anulando en parte nuestra creatividad y pensamiento crítico. Bajo esta probable afirmación, es válido preguntarse: ¿Qué utilidad tiene planificar?, ¿Qué tan competente somos para predecir el futuro?, ¿Qué tan útil es nuestro proceso de planificación para responder a los nuevos desafíos?, ¿Qué aplicabilidad tiene el proceso en tiempo restringido y bajo incertidumbre?, las dudas son más que las respuestas al intentar ordenar las ideas de forma coherente, les planteo reflexiones al respecto:

  • ¿Qué utilidad tiene planificar?

Sin lugar a dudas ¡¡mucha utilidad!!, pero no es el hecho de planificar y seguir un formato establecido lo que proporciona utilidad. Es el trabajo mental, el razonamiento lógico y razonado durante el proceso de planificación lo que permite establecer previsiones o escenarios múltiples, que en la ejecución nos ayudarán a tomar decisiones rápidas y acertadas. En este sentido es interesante la “Intervención tardía” que plantea Alejandro Arancibia.

  • ¿Qué tan competente somos para predecir el futuro?

Creo que cada día más incompetentes. En un ambiente volátil, incierto, ambiguo y complejo (VUCA), se deben establecer horizontes de planificación más cercanos con una visión y estado final deseado mucho más claros. Del mismo modo, es fundamental ser conscientes de los distintos problemas a los que se puede ver enfrentado nuestro raciocinio al momento de pensar y tomar decisiones (ciencias cognitivas). La toma de conciencia respecto como son influenciados los procesos de razonamiento por paradigmas, prejuicios, sesgos, heurísticas, distorsiones cognitivas entre otros, sumado a una adecuada aplicación del pensamiento crítico, creativo, pérdida del miedo a cometer errores y estudio permanente, no nos asegurarán la victoria pero harán más improbable la derrota.

  • ¿Qué tan útil es nuestro proceso de planificación para responder a los nuevos desafíos?

Nuestro proceso de planificación, es una herramienta de muchísimo valor al momento de enfrentar cualquier problema militar. Sin embargo, como ya se planteó, no debe constituir un fin en si mismo, sino un medio para establecer la solución. Sin duda alguna el método nos preparara para las primeras operaciones y permite a los planificadores, proyectar de mejor forma previsiones de empleo. Se debe considerar que es poco probable que este proceso pueda ser utilizado en toda su extensión durante la ejecución y altos niveles de estrés, pero las previsiones y análisis realizados permitirán que nuestra toma de decisiones intuitiva y decisiones de ejecución sea más acertadas lo que es clave en los nuevos escenarios.

  • ¿Qué aplicabilidad tiene el proceso en tiempo restringido y bajo incertidumbre?

Nuestra metodología permite guiar un proceso razonado de pensamiento tendiente a establecer un conjunto de previsiones, que serán fundamentales para crear heurísticas o atajos mentales en nuestro proceso de razonamiento. Cuando éste se desarrolle en la ejecución, es decir, a la velocidad que hoy se desarrollan los eventos, nuestro proceso proporciona la guía y el sustento para que en el desarrollo de las operaciones realicemos lo que denominamos decisiones de ejecución de manera eficiente minimizando el impacto de la incertidumbre.

En conclusión nuestros procesos de planificación no matan la creatividad y tampoco son los culpables de que no pensemos adecuadamente. Es la forma como lo aplicamos sin ser consientes de nuestros propios procesos de razonamiento, lo que nos impide pensar adecuadamente.

Ante los cambios que es posible evidenciar para los conflictos actuales y del futuro, tal vez es necesario repensar como enseñamos y aprendemos la teoría y principalmente como la aplicamos, toda vez que para un profesional militar la doctrina no consiste en que pensar sino que en como pensar.

2 thoughts on “¿Sirve planificar en tiempos complejos?

  1. Sin duda alguna planificar siempre es útil, particularmente en aquellos casos en los que “solo” nos permite “sacar una radiografía” realista de la situación actual en la que nos encontremos frente a determinados escenarios, de manera de establecer de manera realista nuestras fortalezas y debilidades e intentar solucionarlas antes de que tal escenario se cumpla.
    Por otro lado, quisiera reforzar la idea planteada de que nuestros métodos de planificación muchas veces se han convertido en un fin por si mismos, algunas veces por falta de entendimiento real de este y otras solo por falta de práctica. Sin embargo, también considero que para poder aplicarlos de forma “resumida” debe haber un profundo conocimiento de lo que se busca con ellos, y no caer, como dijo un profesor que tuve hace poco, en “formatitis” (o cumplir con formatos y “fórmulas” solo por el hecho de existir)

    Saludos!

    1. Efectivamente Enzo, es muy útil. A mi juicio es el proceso mental en el “acto de planificar” lo que le da validez y permite abordar escenarios múltiples de mejor forma.
      Saludos!!

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