Pocas veces me había sentido tan motivado… la arenga de mi capitán había calado hondo en todos nosotros… al nivel de poner la piel de gallina y querer ciegamente dar todo por cumplir la misión… marchar más de 150 kilómetros en tres días, con equipo completo… jajaja… soy futbolista destacado, no será tan difícil, no tengo de que preocuparme… miro a mi lado y siento un poco de lástima por Carvajal… pálida, delgada y menuda… me pregunto si podrá lograrlo sola o tendremos que ayudarla a cargar su equipo… sin embargo, a través de sus gruesos anteojos veo en sus ojos que está igual de motivada que el resto de nosotros, y me pregunto ¿cómo llegó hasta aquí?…
Iniciamos la marcha en medio de risas y gritos de apoyo… la sangre hierve en nuestras venas por cumplir la misión… pasan los primeros 10 kilómetros y voy a la cabeza de la unidad… ya se siente el peso del equipo y todo empieza a molestar… llegamos al kilómetro 50, el día ha sido extenuante, es el punto donde pasaremos la primera noche… ayudo a los que puedo… Carvajal llega última, pero al menos llega… ya nadie se ríe, solo pienso en descansar, nos dormimos en silencio…
Despierto y me duele todo, iniciamos el segundo día de marcha… dos compañeros fueron evacuados por heridas en los pies… prefiero marchar dentro del grupo, ¿dónde estará Carvajal?… ya estamos en el kilómetro 80, camino mirando mis pies, cojeo por las ampollas, estoy empapado en sudor… por fin… llegamos al punto del segundo día, ya no me interesa quién llegó y quién no… ¿cuál era la misión?… ¿qué fue lo que nos dijo mi capitán? ya no lo recuerdo y en el fondo ya no me interesa, parece tan lejano… me duermo…
Amanece el tercer día y sólo pensar en lo que queda es un suplicio… el enfermero me revisa los pies y pese a que no es tan grave, me aconseja subir al camión… la decisión es fácil… ya recuperado en el punto de término de marcha, rengueando me acerco para mirar a los que llegan… no lo puedo creer… Carvajal viene a la cabeza, cojea, pero sigue alentando al resto para terminar… nuevamente me invade un dolor tremendo y me siento pésimo, pero esta vez el dolor no es físico…
Este relato, pretende reflejar una realidad habitual y al mismo tiempo extrapolable a un sinnúmero de otras situaciones: ¿Qué es lo que se necesita para alcanzar un desafío importante? ¿Es la motivación un incentivo suficiente para lograrlo? ¿Qué diferencia al protagonista de la soldado Carvajal?
La motivación, como la define el Ejército[1], es cualquier estímulo anímico o espiritual que aporte intensidad y persistencia al comportamiento humano, ¿Pero es la motivación un estímulo suficiente? Como fue reflejado en la historia anterior, la motivación estimula la voluntad y la iniciativa para hacer todo lo humana y éticamente posible en el cumplimiento de la misión. Pero al poco andar y ante las primeras dificultades la motivación desaparece y el choque con la realidad, muchas veces hace que hasta los más fuertes desistan de una empresa difícil.
Analicemos otros ejemplos de la vida cotidiana: después de unas buenas vacaciones decido ir al gimnasio y mejorar mi estado físico. Inicio con rutinas todos los días, después tres días a la semana, pasados unos meses se abre una postulación extraordinaria para el curso de paracaidistas, pero estoy igual que en febrero y ya perdí la membresía del gimnasio, sigo siendo “liso”[2]. Me interesa mucho postular a una comisión al extranjero y decido estudiar inglés, compro lo textos y me inscribo en un curso en las tardes, pero es a la misma hora que mi serie favorita, al terminar la serie también termino el plazo para postular, sigo marcando el paso. Llega el invierno y compro una bicicleta estática para entrenar en mi pieza, a los meses me doy cuenta que sólo es el colgador de ropa más caro del mercado.
Todos los ejemplos anteriores tienen en común que iniciaron con la motivación de hacer un cambio positivo y alcanzar un objetivo, pero la motivación en sí misma no fue suficiente, no duró más que los primeros momentos y menos aún fue predictiva de éxito. Por tanto, la motivación como estímulo, sólo nos permite dar el primer paso.
En consecuencia ¿Qué es lo que se necesita? Albert Einstein tiene una famosa frase al respecto: “hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”. Efectivamente, la voluntad o capacidad de los seres humanos para esforzarse en consecución de un objetivo o la ejecución de un plan y luchar hasta alcanzarlo, es la clave y en este sentido, la soldado Carvajal tiene voluntad de sobra.
Normalmente cuando hablamos de voluntad, lo hacemos como fuerza de voluntad. Con esto damos a entender que la voluntad puede ser o más débil o más fuerte, por lo tanto, podemos entrenarla. Lo desafiante es saber cómo. He aquí algunos tips:
- Primero establece claramente tu meta a largo plazo, imprime una foto y ubícala en un lugar que veas permanentemente. Esto evitará que la contingencia y cotidianidad te hagan perder el rumbo.
- Acto seguido, planifica y define objetivos pequeños, realistas y a corto plazo. Ten presente que nunca se dará el plan en su totalidad.
- Paralelamente, escribe el plan donde puedas revisarlo y evaluar tu avance permanentemente haciendo los ajustes necesarios.
- Comparte tus metas y objetivos con tu equipo, amigos o mentor. Ellos te impulsarán en los momentos difíciles.
- Celebra y recompénsate al alcanzar tus objetivos y metas de corto plazo, esto mantendrá tu motivación alta.
¿Te parecen conocidos estos tips? Efectivamente, es muy similar a lo que hacemos en nuestro proceso de las operaciones, sumado a las herramientas que debes usar para ser un mejor comandante y líder. Suena fácil pero no lo será, sin embargo, la satisfacción de cada uno de los logros que te impongas te conducirá a un círculo virtuoso que te permitirá alcanzar lo que desees.
Finalmente, creo que hay más elementos que añadir a la receta. No siempre estaremos motivados, necesitaremos de fuerza de voluntad para perseverar en los momentos complejos, de disciplina para ser constantes en el desarrollo de hábitos sanos y de abnegación para tener la paciencia que requieren los logros a largo plazo, entre otras cosas que comentaremos en próximas publicaciones.
Entonces: ¿Cuál es tu desafío? ¿estás motivado? ¿entrenaste tú voluntad? ¿Puedes ser como la soldado Carvajal o te subirás al camión?…
[1] Ejército de Chile. MVL – 21001 “Manual de Liderazgo”. Edición 2021
[2] “Liso”, término coloquial y despectivo que incluye a quienes no han obtenido una especialidad o curso en el Ejército. Por lo tanto, su uniforme es “liso” ya que no tiene distintivos o insignias que pueda lucir.
Fuente imagen: Ejército de Chile https://www.instagram.com/p/ChqIGn9rAkL/
Amante de mi familia, estoico en formación y convencido de cambiar el mundo formando mejores lideres en las nuevas generaciones.