“A lo largo de la historia, lo militar ha estado ligado o exigido directa o indirectamente por la guerra. La guerra, a su vez, dado su carácter violento y sus consecuencias, presenta numerosos desafíos y facetas morales que los seres humanos inevitablemente deben poner de relieve y atender cuidadosamente si quieren actuar como tales. Por ejemplo, decidir o no emprender la guerra, ya sea preventiva, defensiva o agresiva, involucra una opción ética inseparable de estos actos humanos”[1].
Con citas como estas, los ejércitos modernos han desarrollado un conjunto de normas morales, éticas y de conducta hacia sus integrantes a fin de ponerlas en práctica. Ellas se refuerzan con la formación valórica del soldado en lo referido al compromiso para con su nación, defender la familia, sus creencias, principios, virtudes y apego a la profesión militar. En su interesante estudio sobre la teoría de las Operaciones Especiales concerniente a la superioridad relativa, el almirante William McRaven afirma que la habilidad para sostenerla requiere de la intervención de coraje, intelecto, audacia y perseverancia o lo que Carl Von Clausewitz llama factores morales[2].
Son precisamente estos factores que distinguen al integrante de Operaciones Especiales que se derivan de su selección, preparación, formación, permanencia y naturaleza intrínseca de su misión. En otras palabras, su constante entrenamiento en tiempos de paz le permite anticipar posibles escenarios y amenazas emergentes adaptándolas a su estructura física, psicológica e intelectual.
¿Estos factores morales difieren de una organización militar convencional? En absoluto. Lo que la distingue es el tipo de tareas que se le asignan basado en sus especiales características. Por ejemplo, la acción de los francotiradores de los Delta Force, sargentos de primera clase Randy Shughart y Gary Gordon quienes de manera voluntaria solicitaron permiso para proteger a la tripulación del helicóptero derribado por insurgentes somalíes, manifestando a los pilotos que ellos “serían más efectivos en tierra y que tal vez podrían contener a la multitud mientras la ayuda llegara”. En su libro Black Hawk Down (1999), su autor Mark Bowden, relata los sucesos que siguieron:
“Arriba, en el pájaro de mando, Harrell reflexionó sobre la petición. Era terriblemente arriesgado, tal vez incluso sin esperanza. Pero uno o dos hombres bien armados y entrenados adecuadamente podrían mantener a raya a una horda indisciplinada indefinidamente. Shughart y Gordon eran expertos en matar y mantenerse con vida. Eran soldados serios, de carrera y entrenados para hacer cosas difíciles y feas. Vieron oportunidades donde otros sólo podían ver peligro. Como otros operadores, se enorgullecían de mantenerse serenos y eficaces incluso en peligros extremos. Vivieron y entrenaron sin cesar para momentos como este. Si había una posibilidad de tener éxito, creían que lo lograrían”.
Como hemos dicho, acciones como las descritas no son privativas de los integrantes de Operaciones Especiales en cuanto al impulso racional de proteger a sus propios camaradas en una situación de peligro extremo y riesgo de perder sus propias vidas. Por ejemplo, en los ensayos para liberar a los rehenes en el aeropuerto de Entebbe (operación Jonathan, 4 julio 1976), los pilotos israelíes de los C-130 pusieron a prueba todas sus habilidades para aterrizar en una pista completamente oscura a riesgo de estrellarse con todos en su interior.
En síntesis, el rasgo esencial del integrante de Operaciones Especiales en la guerra moderna es su actitud netamente dinámica, su extraordinario espíritu de sacrificio, disciplina y soberbio concepto del deber. En el instante crítico en que la concentración de valor, decisión y destreza ha quedado plasmada (o esculpida diríamos mejor), se dispone a cumplir su misión consciente de que un fallo o vacilación serán irreparables.
[1] Ethos del Ejército de Chile, 2018, pág 1-3.
[2] Spec Ops, 1995 by William H McRaven Case Studies in Special Operations Warfare: Theory and Practice, p 5.
Fuente de la imagen: Página web del Ejército de Chile (https://www.ejercito.cl/prensa/visor/ejercito-gradua-a-integrantes-del-curso-de-fuerzas-especiales-2020)
Amante de mi familia y de mi país.
“No mido el éxito de un hombre por lo alto que llega, sino por lo alto que rebota cuando toca fondo.” George Patton
Excelente descripción mi Coronel.
Muchas gracias!!