Introducción

La Inteligencia Artificial (IA) ha dejado una marca indeleble en la arena global, afectando prácticamente cada esquina de la vida contemporánea. Diversas industrias y sectores se están redefiniendo en función de la IA, y el ámbito de la Defensa no es la excepción. Las colaboraciones históricas entre departamentos de defensa, academia y el sector privado se han convertido en cunas de innovación tecnológica. Mientras naciones como EE.UU. posicionan la IA en el centro de su arsenal moderno, Chile enfrenta la imperante tarea de formular su estrategia y posicionamiento en esta revolución.

Una mirada a la Inteligencia Artificial

Originalmente concebida como una sub-disciplina de la ciencia de la computación, la IA aspira a replicar e incluso superar habilidades cognitivas humanas. Su impacto ha trascendido lo teórico, marcando presencia en áreas tan diversas como la biomedicina y la administración pública. Sus capacidades, que abarcan desde el aprendizaje hasta el razonamiento, están respaldadas por una variedad de técnicas y metodologías, como “machine learning” y robótica.

La batalla contemporánea: Una era de operaciones digitalizadas

El panorama militar actual está atravesando una revolución sin precedentes, fusionando desafíos tradicionales con modernas amenazas y tácticas. Hemos sido testigos de una transición hacia conflictos más urbanos, transnacionales y asimétricos. Esta nueva era está siendo modelada principalmente por la digitalización, la globalización y el poder omnipresente de las redes sociales. De esta interconexión nace una inteligencia abierta y participativa, aportada por millones de individuos y canalizada hacia centros de mando altamente integrados y versátiles. Una de las ironías de este contexto es que, a pesar de tener la capacidad de recolectar cantidades masivas de información, nuestra capacidad humana para procesarla sigue siendo limitada.

La guerra futura no se librará solo con soldados, sino también con algoritmos. Visualizamos campos de batalla dominados por sistemas de armas inteligentes y autónomos operando en múltiples dominios y plataformas, desde armas hipersónicas hasta herramientas de decisión basadas en IA. Estamos en las puertas de un conflicto donde las máquinas enfrentarán a máquinas en un dominio ciber-físico.

Frente a estas amenazas asimétricas y multidimensionales en un mundo tan interconectado, es indispensable buscar soluciones innovadoras. Aquí es donde la IA se destaca como una aliada poderosa, capaz de sugerir estrategias y cursos de acción a quienes toman decisiones clave.

Incorporación estratégica de la IA en Defensa

Las fuerzas armadas contemporáneas se enfrentan a escenarios dinámicos y complejos que demandan respuestas ágiles, precisas y efectivas. En este panorama, la IA emerge como una herramienta transformadora, capaz de procesar ingentes cantidades de datos, perfeccionar el reconocimiento objetivo y respaldar sistemas autónomos, actuando como una extensión avanzada de la capacidad humana. Su rol más vital puede ser la asistencia a líderes militares, afinando sus decisiones y proporcionando hallazgos basados en análisis de datos profundos y precisos.

Chile: Ventana de oportunidad en el mundo digital

Si bien Chile no es un país altamente industrializado y carece de la infraestructura técnica y hardware para competir en algunos frentes tecnológicos, se presenta una ventana de oportunidad única en el ámbito de la IA. El país está altamente digitalizado, cuenta con profesionales informáticos de alta calidad y ha mostrado iniciativas público-privadas que pueden tener un impacto significativo en la adopción y desarrollo de IA. Dada esta coyuntura, Chile podría especializarse en el desarrollo de software y algoritmos avanzados, aprovechando su capital humano altamente capacitado y su ecosistema tecnológico en crecimiento.

 El caso de Ucrania: Lecciones aprendidas

El conflicto reciente en Ucrania no ha sido la guerra del futuro, pero ha tenido destellos de la importancia de la IA en la defensa moderna.

Como el uso de drones como observadores militares para identificar cuarteles generales rusos, las operaciones de ataques cibernéticos rusos, la inteligencia open-source abastecida por ciudadanos hiperconectados que han hecho conocer la guerra desde adentro, think tanks analizando el paso a paso y la influencia de redes sociales han sido protagonistas de la recomendación de contenido para el soft power... Chile puede aprender de estos escenarios, adaptando tecnologías y estrategias a su contexto.

Gobernanza de la IA en Defensa

La incorporación de IA en la Defensa no está exenta de desafíos éticos y de gobernanza. La automatización del combate, la responsabilidad en decisiones autónomas y la seguridad de los sistemas son cuestiones cruciales. Para Chile, establecer marcos claros de gobernanza y regulación de la IA en Defensa es esencial para garantizar su uso responsable, ético y seguro.

Conclusión

La IA representa una revolución en la forma en que entendemos y practicamos la Defensa. Para Chile, esta es una oportunidad para consolidar una posición estratégica en el ámbito regional y global, aprovechando sus fortalezas y aprendiendo de escenarios internacionales. Sin embargo, no se trata sólo de adoptar la tecnología, sino de cómo se integra y se le da forma dentro de un marco nacional regulatorio con objetivos estratégicos.

El Ejército de Chile tiene un papel crucial en este proceso más allá de ser usuario de la IA, sino también como colaborador activo en las alianzas público-privadas. Estas colaboraciones, donde el Ejército, el Gobierno, las universidades y las empresas se unen, pueden catalizar el desarrollo de soluciones tecnológicas innovadoras adaptadas a las necesidades específicas de Chile. Estas soluciones potenciarán las capacidades de seguridad y defensivas del país, sino que también pueden ser el núcleo de productos y servicios exportables, impulsando la economía y posicionando a Chile como un líder en innovación en la región.

Finalmente, es esencial abordar la gobernanza y la ética de la IA, garantizando su uso alineado con los valores nacionales y las necesidades de seguridad y defensa del país. La colaboración entre el sector público y privado es fundamental en esta tarea. En este panorama, el Ejército, respaldado por su vasta experiencia y competencia, se postula como un pilar clave, guiando al país hacia una sociedad que armonice tecnología avanzada, regulación estricta y, como resultado, una mayor seguridad.

Fuente de la imagen: Sitio web de Infodefensa (https://www.infodefensa.com/texto-diario/mostrar/3286098/ffaa-chile-exponen-sobre-inteligencia-artificial-defensa)