Tal como se mencionó al principio de esta serie de artículos, una de las principales características de esta escuela filosófica es que busca tener una aplicación real y concreta en el diario vivir. En esa línea, han surgido una serie de “ejercicios espirituales” que se desprenden de los pocos escritos estoicos que existen y que buscan ser una guía para encontrar esa fuerza interior para afrontar la vida de buena manera, con todos sus obstáculos y dificultades.
- AMOR FATI
El filósofo alemán Friedrich Nietzche escribió en su obra “La Gaya ciencia”: ‘Mi fórmula para expresar la grandeza en el ser humano es el amor fati: No querer que nada sea distinto ni en el pasado ni en el futuro (…). No sólo soportar lo necesario, y menos aún disimularlo – todo idealismo es disimulo frente a lo que es necesario, sino amarlo.’
Amor Fati es una frase en latín que podría ser traducida como “amor al destino” y su fin es describir la actitud de quien ve todo cuanto le sucede en la vida como una oportunidad para aprender, sin buscar escapismos ni soluciones simples; tan solo aceptándolas tal cual son.
Los antiguos estoicos tenían plenamente internalizado este concepto. Marco Aurelio escribió “(…) ¿Por qué no te contentas con terminar ese poco de tiempo decorosamente? ¡Qué materia tan fundamental te dejas perder! (…) así como un estómago robusto asimila todo género de alimento, como el fuego ardiente convierte en llama y resplandor todo cuanto le arrojares”[1]. Ese fuego al interior de cada uno de nosotros debe ser capaz de utilizar como combustible cualquier hecho o situación que se nos presente en la vida para alimentar esa llama.
Nos enfrentamos a obstáculos en todo sentido: familiar, profesional, personal, con nuestros pasatiempos, con nuestras relaciones amorosas, etc, Nos preparamos para afrontar estas dificultades, pero en el último minuto algo cambia y la situación nos supera, somos criticados, desconfiamos de nuestras habilidades, nos vamos quedando sin alternativas, surgen “dificultades técnicas”. ¿Qué hacer ante todo esto?… El líder estoico debe buscar la forma de convertir todos estos contratiempos en algo positivo, siempre existe la oportunidad de practicar nuestras virtudes y de controlar nuestra reacción, de utilizar la situación (obstáculo) como una oportunidad de crecimiento personal; de actuar con humildad, paciencia y creatividad.
Muchas veces es más fácil decirlo que hacerlo, pero es en esos mismos obstáculos donde debemos encontrar la fuerza para superarlos, ya que cada uno de ellos tiene algo que enseñarnos sobre nosotros mismos.
- MEMENTO MORI
Traducido del latín “Memento Mori” significa “recuerda que morirás”. Su origen viene de una de las costumbres de la antigua Roma: cuando un general desfilaba victorioso por las calles de la ciudad, uno de sus sirvientes repetía esta frase constantemente, como una manera de no caer en actitudes arrogantes y no olvidar que ese momento no es eterno.
Lo medular es reflexionar acerca de lo circunstancial de la posición en la que nos encontramos en este momento: como soldado, como comandante, como amigo, etc; y así generar un verdadero y honesto sentido de prioridad y urgencia.
Por ejemplo: ¿Sabemos efectivamente cuanto tiempo estaremos destinado en nuestra actual unidad? ¿Por cuánto tiempo más estaré al mando de la gente con la que estoy en este momento?
“Conforma siempre tus acciones, palabras y pensamientos a la idea de que puedes salir a cada instante de la vida”[2]
De esta manera, debemos buscar vivir una vida íntegra en este preciso momento y no esperar situaciones excepcionales para hacerlo, no obsesionarnos con cosas superficiales, no ofuscarnos con los errores que hemos cometido (o que ha cometido el resto) y como dice la cultura popular “no dejar para mañana lo que puedes hacer hoy” .
- LLEVAR UN DIARIO
Como hemos visto hasta ahora, los principales conceptos e ideas de esta filosofía han surgido de las “Meditaciones” del Romano Marco Aurelio. La principal característica de este texto es que efectivamente corresponde a las reflexiones escritas por él durante su período como emperador de Roma, y probablemente nunca tuvo la intención de que fueran dadas a conocer públicamente, y mucho menos que cerca de 900 años después aun sigan siendo objeto de inspiración, análisis y estudio.
El hecho de llevar un “diario de vida” nos permite prepararnos para el día que empieza, reflexionar respecto al que ya pasó o simplemente tener un lugar donde anotar algún consejo que hayamos recibido; y así generar una herramienta que nos permita revivir pequeños momentos, rescatar lo bueno y principalmente que nos ayude a aprender de nuestros errores.
Después de haber dado un rápido vistazo a los orígenes de la escuela Estoica, de sus principales conceptos y cómo se relaciona con nuestro Ethos militar, parece justo concluir lo siguiente:
- La autodisciplina para seguir los preceptos de las virtudes cardinales y militares, son y seguirán siendo la mejor herramienta que posee un comandante para ser reconocido como líder por parte de sus subordinados.
- En el ámbito netamente profesional, las enseñanzas de los Estoicos nos demuestran que es posible obtener y desarrollar una resiliencia mental que nos permita resolver de buena manera bajo condiciones apremiantes (Tiempo limitado de planificación, condiciones atmosféricas adversas, falta de sueño, etc.) y que nuestra capacidad de análisis no se vea tan afectada por ellas, permitiendo el cumplimiento de la misión de mejor manera.
- Reconociendo lo circunstancial que resulta nuestra posición actual, nos permite dar un sentido de prioridad, de manera de definir cómo podemos aportar de mejor manera en nuestras respectivas unidades y entender que finalmente estamos al servicio de algo que está por sobre nosotros.
Sin ser una guía definitiva, espero que estos artículos hayan logrado despertar la curiosidad del lector y, principalmente, permitan practicar los “ejercicios espirituales” recomendados, como una forma de mejorar el actuar en cada uno de los roles (comandante, hermano, padre, etc.) que tenemos en nuestras vidas; sobre todo en estos días de mucha incertidumbre y donde la niebla de la guerra parece ser cada vez más densa.
[1] MARCO AURELIO, “Meditaciones”, Editorial Taurus, 2017.
[2] MARCO AURELIO, “Meditaciones”, Editorial Taurus, 2017.
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