Hace un tiempo, cuando se creó este blog, debo confesar que fui feliz. Fui feliz porque este espacio llenaba un vacío que, tal como señalé en aquel momento, permitía: “informarse, opinar y discutir sobre temas relacionados con el quehacer militar acordes a la realidad nacional”. Incluso los propuse para una felicitación +0, 50 en el concepto “te las mandaste.” Pero, con el transcurso del tiempo, mi opinión ha variado un poco, porque creo que la comunidad “Armamente”[1] puede hacer mucho más.
En un período de dos meses se han publicado más de 30 artículos, vale decir 1 artículo cada dos días, los cuales han sido visitados más de diecisiete mil veces y compartido otras tantas. Sin embargo, en cuanto a la discusión de los ensayos los números no son tan alegres; sólo la mitad de ellos han generado comentarios por parte de visitantes, siendo la mayoría felicitaciones por haber hecho la publicación. Hay solamente 7 comentarios que apoyan la idea del autor agregando más información, 3 comentarios que señalan que el artículo podría ser complementado y sólo 1 que pide más información sobre el tema y luego debate mediante un extenso punto de vista.
Por lo tanto, por un lado, tenemos un espacio que genera la difusión de ideas, pero por otro, no ha sido capaz de “fomentar la libre discusión.” Para corregir esta situación debemos, entonces, mejorar nuestra cultura de la discusión, analizar críticamente los artículos publicados, y enfocarnos en desarrollar las ideas de los otros por sobre las propias. Esto es importante pues al generar discusión se genera intercambio de ideas y contribuimos al mejoramiento de nuestros equipos de trabajo y unidades. Además, se crea un clima de tolerancia a la crítica en búsqueda de la verdad, se incrementan nuestras capacidades de diálogo, pensamiento crítico, preparación profesional y finalmente, se logra desarrollar al otro, aspecto que se estima relevante en el liderazgo militar.
Para lograr lo anterior, lo primero que debemos realizar es desarrollar una cultura de la discusión donde se valore la crítica, dejando de considerarla como un ataque o un signo de debilidad. Esto, no se genera de la noche a la mañana y requiere tiempo y trabajo. Tenemos que entender que el propósito de una discusión es mejorar las ideas, debemos internalizar que la crítica no tiene una carga negativa, sino en cambio, es un análisis que busca la verdad sobre lo que se está discutiendo. Esta crítica no es un ataque al autor ni un simple “chaqueteo” de sus ideas, no es personal ni tampoco tiene un fin perverso. Por el contrario, es un desafío intelectual al autor para que entregue mejores argumentos o para que los lectores consideren otros puntos de vista. Así también, el abrirse a la crítica y al intercambio de ideas no es signo de debilidad, ni tampoco significa que el autor escribió un mal argumento. Debemos perder el miedo a quedar como “tontos” porque no pudimos convencer con nuestra explicación de los hechos. Pero para aventurarnos en una buena discusión debemos contar con mejores argumentos y estos se derivan de un análisis crítico de los artículos publicados.
Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto contar con esos argumentos? La respuesta puede encontrarse en que para tenerlos debemos analizar críticamente lo presentado por el autor y eso requiere tiempo y habilidades cognitivas capaces de analizar, sintetizar y evaluar. En otras palabras, nos resulta más complicado y consume mayor cantidad de nuestro preciado tiempo. Esto es, sin duda, un desafío para nosotros, pues más allá de comprender la idea del autor, debemos contar con mayores y/o distintos conocimientos para discutir desde otros puntos de vista. Entonces, cobra importancia la continua preparación profesional en distintos ámbitos, para sacar adelante la tarea de dar vida a una discusión. Debemos dejar de contentarnos cuando alguien publica su idea (que es algo destacable, por cierto), sino que tenemos que desarrollar competencias que nos permitan debatirlas. Por un lado, precisamos analizar críticamente lo postulado por el autor y por otro, contar con los conocimientos adecuados para generar debate.
Ahora, ¿es suficiente valorar la crítica y tener la capacidad de analizar y contra argumentar las ideas, para que se genere discusión en torno a los artículos publicados? Yo diría que no. El último aspecto para generar discusión es no enfocarse en promover nuestras propias ideas sino en mejorar las ideas de los otros. Muchos de los que hemos publicado (me incluyo), no hemos debatido en ninguna ocasión y eso podría deberse en que estaríamos predispuestos a invertir nuestras horas hombre en escribir artículos que satisfagan nuestros intereses personales, ego e inquietudes profesionales, en lugar de buscar el desarrollo de otros. Esto es clave, pues en el desarrollo de otros es donde se potencia el futuro de la Institución. Mientras antes las nuevas generaciones desarrollen habilidades relacionadas con el intercambio de ideas, antes podremos mejorar al Ejército, pues el impacto sería mayor y se multiplicaría hasta los niveles más bajos. Lo anterior, no sólo en el ámbito académico, sino en todas las actividades del quehacer militar, desde el entrenamiento de combate hasta el desempeño de una escuadra en labores de apoyo a la comunidad.
Para concluir, estimo que nosotros como parte fundamental de la comunidad de ArmaMente estamos “al debe” a la hora de discutir nuestras ideas. Si bien, es un tremendo logro, el poder contar con un espacio para plantear nuestras inquietudes profesionales, ideas y experiencias, este se opaca al no contar con una cultura que acepte la crítica, que logre generar argumentos sólidos para el debate y finalmente que deje nuestros intereses de lado en función del desarrollo de otros. Si lográsemos mejorar este ámbito, el aporte que genera este espacio sería exponencialmente mejor. Estoy y estamos en deuda, pero confío que es un reto que se puede alcanzar. Ir por la + 1,00 punto es tarea de todos.
[1] Cuando me refiero a la comunidad Armamente no me refiero al grupo creador y editorial del Blog sino a todos aquellos que al leer, publicar, compartir y comentar en los artículos pasamos formar parte de ésta.
Aspirante a bloguero, que cree fehacientemente que en la discusión está la luz…