El combate urbano para las unidades blindadas no es un concepto nuevo. A lo largo de la historia se han presentado numerosos conflictos armados en los cuales han tenido que actuar en este tipo de escenario y donde producto de sus características, se han visto en desventaja. Con ello, han nacido detractores que incluso hablan del fin de este sistema de armas.
Este artículo, reivindica el empleo de los tanques en el combate en localidades a partir de sus propias capacidades y sobre todo de la interacción con otras armas.
Según experiencias de otros ejércitos, uno de los escenarios de combate plausibles es el combate en localidades. Esta modalidad de enfrentamiento se define como el que debe realizar una unidad en ciudades, pueblos, aldeas y que por densidad, calidad y ordenamiento de sus edificios y/o casas, obliga a efectuarlas con características diferentes a otros combates, debiendo adoptarse diferentes técnicas especiales.
Este tipo de combate presenta condiciones especiales, destacándose una observación y campo de tiro limitado, restricción para el movimiento de personal y vehículos, proximidad de las fuerzas enemigas, dificultad de avance por obstáculos y escombros, gran importancia del uso de armas cortas. El mando y control es otro elemento que se dificulta y que se refleja en la siguiente cita:
“El combate en una ciudad es mucho más demandante que el combate en terreno. Aquí los grandes jefes prácticamente no tienen influencia sobre los oficiales y comandantes de escuadra en el mando de sus unidades subordinadas”[1]
Todos estos elementos sumados a no poder aprovechar su capacidad de combate a largas distancias han contribuido con la creencia que el tanque es inefectivo como un sistema de armas en las operaciones urbanas. No obstante, existen consideraciones que permiten al menos cuestionar esta creencia y eventualmente inclinar la balanza hacia un empleo eficiente en zonas urbanas.
El primer elemento a analizar son las propias capacidades y características del tanque. La “Operación Libertad Iraquí” en el año 2003 nos entrega muchas experiencias y lecciones respecto de los beneficios del empleo de los tanques en combate en localidades. Entre ellos destaca la eficiencia de la optrónica térmica para detectar objetivos con baja visibilidad, un alto poder de fuego, protección frente a minas antipersonales, armas de tiro corto y esquirlas de diferentes tipos.
De aquí se desprenden dos ideas: primero, la importancia que adquiere conocer las características del material y sobre todo la habilidad para concebirlas y usarlas en contextos distintos a los originales. En segundo término queda de manifiesto la importancia de la historia militar, cuyos alcances trascienden a un bagaje cultural inerte para contribuir activamente al conocimiento de la táctica y técnica de asociada a nuestros sistemas de armas.
El segundo argumento que pone en jaque la inviabilidad o ineficiencia del empleo blindado en zonas urbanas, dice relación con su interacción con otras armas. Si bien se entiende que el desplazamiento en localidades es extremadamente complejo y peligroso, el empleo en combinación con unidades de infantería permiten combinar las capacidades de combate a corta distancia, propias de las unidades a pie y las de larga distancia, propias de las unidades blindadas, cobrando vida el concepto de equipos de combate y fuerzas de tarea.
Las complejidades del combate en localidades sumado a las propias de las técnicas y procedimientos de combate requieren de un entrenamiento constante para enfrentar las nuevas amenazas ya sean estas convencionales, asimétricas o híbridas.
Los desafíos de los comandantes estarán determinados entonces, por la preparación permanente de sus unidades, extraer las experiencias de la historia y combates en donde los tanques fueron sometidos al combate en una localidad y finalmente, por la interacción aun mayor a la ya existente con otras armas, para sacare el mejor provecho a nuestras unidades blindadas y de esta forma continuar con la capacidad de desenvolvernos en cualquier escenario.
[1] Cita atribuida al General Ruso Chuikov durante la batalla de Stalingrado, AGO1942 –FEB1943.
Muy interesante postura Javier. Efectivamente es probable que el futuro implique el empleo de tanques en zonas urbanas y entre las personas como expone Rupert Smith en “The utility of force”. Es un tema que tenemos pendientes y que es fundamental abordar.
Gracias por tu publicación!!
El artículo da para reflexionar….interesante, sobre todo se valora si viene de los que están imbuidos en la Fuerza Terrestre, que algunas veces dejan de lado la historia y la doctrina, reemplazándola solo por las experiencias empíricas, muy bien!!!
*Dejo este link donde pueden profundizar en la idea.
https://www.foreignaffairs.com/articles/north-america/2013-04-03/why-us-army-needs-armor
Saludos Armamentes!!! 💪⚔️
Muchas gracias por el interés en el post, sin duda se agradece la experiencia. Vamos a revisar el link que comparte. Siempre es bienvenido a escribir con nosotros, sobre un tema interesante como el que comparte. Saludos ArmaMentes!!
Excelente columna! A medida que el conflicto armado evoluciona se observa la tendencia respecto a que el combate se ha trasladado del campo a la ciudad. Pienso que es importante hacer la diferencia en el desarrollo de la doctrina en relación al tipo de adversario que se pueda enfrentar. Siguiendo las experiencias del ejército de EEUU en Iraq, pienso que el empleo de unidades de tanques en áreas urbanas en contra de unidades convencionales no debiera ser igual al utilizado en contra de fuerzas insurgentes, debido a que el contexto situacional y el tipo de amenaza son distintos.
Muy interesante el articulo , pero también hay que ver los trastornos auditivos que han tenido las tripulaciones en el campo de batalla y el alto costo que con lleva la recuperación del soldado, ademas Hay algo que los comandantes no consideran que son las lesiones causadas por explosiones HIPOACUSIA.
En los más recientes conflictos bélicos (Iraq, Afganistán), se ha evidenciado que la lesión auditiva inducida por ruido, por exposición a explosiones y su onda expansiva es la más común, la cual se incluye en la International Classification of Diseases, Ninth Revision, Clinical Modification (ICD-9-CM), la que encierra otras lesiones como, desplazamiento prolongado del umbral, hipoacusia inducida por ruido, hipoacusia neurosensorial, trauma acústico, tinnitus y perforación de la membrana timpánica. En ella se pueden presentar además: colesteatoma, discontinuidad de la cadena osicular, lesión coclear, del sistema auditivo central y vestibular. La lesión auditiva inducida por ruido puede asociarse o no a otra consecuencia para la salud relacionada con las acciones combativas que ha ganado atención desde principios del 2006, la lesión cerebral traumática.
me pregunto; Alguien sabe cuantos db esta expuesto la tripulación de un tanque o carro marder?
Cuanto es el limite permisible conforme al Ds 594?
A que otros agentes físicos y químicos están expuestos?
Dato : marder en relenti 90db
creo importante que también hay que poner atención a estos antecedentes que son Relevantes y cual es la capacidad de prevenir o minimizar esta problemática .
Muchas gracias por el interés. Da gusto leer posturas con argumentos de alguien que maneja el tema, que de por si es algo complejo. Quizás se anime a postear en nuestro blog para que todos aprendamos más sobre los argumentos que plantea. Saludos ArmaMentes!!