Un día cualquiera, después del trabajo, fui al supermercado, un hombre me paró y preguntó si era profesora de educación física de los militares. Primero me causó extrañeza su pregunta, luego recordé que en la espalda de mi polera dice con letras grandes y de color amarillo profesor y abajo Escuela Militar, y considerando que andaba con buzo y zapatillas no era muy difícil saber mi área de desempeño.

Ante la pregunta, respondí que sí, y luego de un breve resumen sobre mi trabajo, aquel hombre me dio la mano, me felicitó, agradeció mi labor y se despidió con la siguiente afirmación “de seguro usted es un ejemplo para sus alumnos”.  Luego de su retirada, miré con preocupación mi carro y verifiqué lo que llevaba, en este había frutas, verduras, unas cajas de legumbres y un agua mineral y sentí alivio, en ese momento me di cuenta que al llevar puesto mi vestuario institucional, ya no solo me represento a mi como Daniela, amiga, madre, pareja o profesora, sino que represento a la Escuela Militar y por ende al Ejército de Chile y quiera o no, me convierto en una embajadora de esta Institución.

Desde ese día, soy consciente que soy una representación ambulante de parte del Ejército de Chile y esto me obliga ya no solo a mantener una buena condición física y un aspecto atlético (entrenado), sino también un aspecto ordenado, un comportamiento sobrio y cortés. Ahora cuando salgo al mundo civil con mi polera de profesor de la Escuela Militar me preocupo de llevar mi pelo bien tomado, ser más amable y respetuosa que de costumbre, si voy a comprar al supermercado procuro solo llevar cosas saludables y no compro alcohol “ni nada que no se esperaría de mi”. Obviamente, de vez en cuando me tomo una copa de vino y como papas fritas, pero cuando las compro, lo realizo con ropa civil.

Bajo esta misma premisa, y teniendo presente que todos los que llevamos algún emblema del Ejército, ya sea en la ropa, mochila, etcétera somos un representante de éste, llevé este tema al aula, con mis cadetes de la Escuela Militar. A modo introductorio, les expliqué lo importante que es mantener una condición física esbelta, ya no sólo como disuasión, sino porque ellos representan a nuestra Institución. Con sorpresa, un alumno me dijo que para el no era importante la condición física o como se veía ya que él iba a ser de los “servicios” y no de “arma”. Esta idea coincide un poco con lo que he podido observar luego de 15 años de trabajo en diferentes unidades de la Fuerza Terrestre y Fuerza Generadora, donde generalmente el personal de “arma” tiende a estar más preocupado del entrenamiento físico. Luego de debatir del tema con los alumnos, expliqué que la sociedad civil ve un militar  y no sabe diferenciar si éste es de “arma”, de los “servicios”, médico o veterinario y espera de él todo lo que representa una Institución tan importante como el Ejército. Espera un soldado ordenado, con el pelo corto y peinado, hombres y mujeres pulcros, antes llamaba la atención sus botas siempre brillantes, militares amables y corteses dispuestos a ayudar y cuidar a los más desvalidos y con un aspecto esbelto y entrenado ya que el poder de todo ejército radica, entre otras cosas, de la condición física de sus soldados.

Luego de la conversación con mis instruidos, me motivé a escribir este pequeño artículo con el único objetivo de hacer conciencia a todos aquellos que llevamos algún emblema de la Institución, a todo el personal de planta que andan con su uniforme en búsqueda de sus hijos en los distintos establecimientos educacionales, a todos los civiles que llevamos el nombre de nuestra unidad en nuestro vestuario o accesorios y nos acompaña al supermercado y a mis queridos alumnos que recorren Santiago y todo el país con su uniforme de cadetes. ¡Recuerden!, ya no sólo se representan a ustedes mismos, cada uno de nosotros somos parte del Ejército de Chile y como sus representantes, es nuestro deber cuidarlo.

Fuente de la imagen: Cuenta de Instagram del Ejército de Chile (https://www.instagram.com/p/BlENTW5gMkp/)

Daniela Cárdenas Astudillo

Mujer, mamá de Mariano y profesora de educación física, Diplomado en evaluación educacional y Magíster en entrenamiento deportivo. Hija y hermana de militar. Oficial de reserva del Regimiento N°1 Buin y orgullosa de pertenecer y aportar hace más de 13 años a esta Institución.

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