Ni aún vencido

¿Quién podría decir que nunca se ha sentido cansado, agobiado, debilitado o sencillamente derrotado física y/o psicológicamente? Parte de la evolución y supervivencia de una especie, humano o animal, es su capacidad de sobreponerse a los momentos de peligro, ser resiliente y seguir adelante en búsqueda de su fin último. Entonces, aunque hayas sorteado muchos obstáculos y dificultades, ¿Te has sentido vencido alguna vez?

En las especialidades secundarias del Ejército de Chile, además del crecimiento en aspectos tácticos, técnicos, físicos o psicológicos, se aprenden diferentes “tradiciones” que permiten mantener en alto el espíritu guerrero del alumno. Entre ellas contamos los cantos, promesas, oraciones, himnos, y un largo etcétera. Dentro de un curso llamado “Combate Especial”, enfocado en preparar a los instructores del combate cuerpo a cuerpo de la Institución, se recita enérgica una composición literaria llamada “Piu Avanti” (Más Allá)[1]

No te sientas vencido, ni aun vencido, no te sientas esclavo, ni aun esclavo;

trémulo de pavor piénsate bravo, y arremete feroz ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido, que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;

no la cobarde estupidez del pavo, que amaina su plumaje al primer ruido.

Procede como Dios que nunca llora; o como Lucifer que nunca reza;

o como el robledal, cuya grandeza, necesita del agua y no la implora…

¡Que muerda y vocifere vengadora, ya rodando en el polvo, tu cabeza!”

Por la victoria Véncete, para Vencer

Esta obra fue escrita por Pedro Bonifacio Palacios, conocido por su seudónimo “Almafuerte”, quien nació el año 1854 y falleció a los 62 años habiendo sido un destacado escritor y poeta argentino. Posteriormente este poema fue transformado en una especie de grito de guerra por los Combatientes Especiales o “Calaveras” (apodo característico por el escudo de la especialidad), agregándole en el último verso, la adaptación de una cita que contenía la carta escrita por el Libertador General Bernardo O”Higgins Riquelme al director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, don Juan Martín de Pueyrredón que decía: “Conservo solo mi honor, la memoria del bien que alcancé a hacer, y no me agita pasión alguna: antes de vencer a mis enemigos, aprendí a vencerme a mí mismo[2].

Pero ¿qué significa tener el “Alma Fuerte”? Según la RAE, Alma: “en algunas religiones y culturas, es una sustancia espiritual e inmortal de los seres humanos”[3] y fuerte: como adjetivo “que tiene gran resiliencia”[4]. En consecuencia, “Alma Fuerte”, intenta reflejar el idealismo de siempre sobreponerse ante cualquier situación, sin importar que tan doloroso o difícil pueda ser.

Cada día, los integrantes del Ejército de Chile deben exigirse al máximo en sus labores cotidianas, lo que para algunos podría parecer un riesgo muy elevado en comparación a otras actividades. Saltar desde un avión, conducir un tanque de guerra, ejecutar ejercicios de tiro real con unidades en movimiento y enfrentarse en un combate cuerpo a cuerpo con alguien muy superior físicamente son ejemplos de lo que señalo. Sin embargo, los soldados chilenos tienen la fortaleza mental suficiente para hacer frente a cualquier desafío, esa fuerza interior es la que nos permite despertar cada mañana con más ganas de luchar, más ganas de crecer, más ganas de ser mejor.

No obstante, en ocasiones, perdemos la capacidad de movernos producto de que nuestra mente controla el cuerpo y cada una de nuestras decisiones, costándonos más recordar esa fuerza mental que nos inspira y podemos vernos paralizados por una posible derrota.

Acá te dejamos cuatro virtudes militares en base a nuestra “Ordenanza General del Ejército” y detalladas en el Manual de “Liderazgo Militar” que es bueno recordar y trabajar para evitar la parálisis mental y mantenernos en movimiento hacia nuestros objetivos:

  1. Abnegación: “Disposición a subordinar los propios intereses al cumplimiento del deber[5]
  2. Valor: “Fuerza moral y física que lleva a acometer resueltamente grandes desafíos, enfrentando de manera consciente el peligro y la adversidad[6]
  3. Disciplina: “Es el dominio de sí mismo que mueve a la persona al cumplimiento del deber, supeditando su propia voluntad al bien colectivo. La disciplina es esencial para un ejército dado que es un bien insustituible que lo fortalece y lo preserva[7]
  4. Cumplimiento del Deber Militar: “Acción voluntaria y predisposición positiva para cumplir las obligaciones inherentes al servicio, poniendo en primer lugar el amor a la Patria. Puede llevar hasta el sacrificio de la propia vida de ser necesario” [8]

En síntesis, si te has sentido vencido alguna vez… ¡FELICIDADES! Eres un ser vivo que tiene la capacidad de procesar emociones y tu sistema natural de supervivencia está presente para cuidarte. Ahora, dile a tu mente que recuerde por todo lo que has tenido que pasar antes, que procese todo el entrenamiento que has recibido, analiza brevemente las virtudes militares que profesamos y grita a todo pulmón el “ALMA FUERTE”, porque por muy difícil que se vea algo, “No te sientas vencido, ni aun vencido”.

[1] https://www.gba.gob.ar/sites/default/files/cultura/archivos/POESIA_COMPLETA_ALMAFUERTE.

[2] Biblioteca del Congreso Nacional https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=documentos/10221.1/14363/1/

[3] https://dle.rae.es/alma?m=form

[4] https://dle.rae.es/fuerte?m=form

[5] MVL – 21001 “Liderazgo Militar”

[6] Ibid.

[7] Ibid.

[8] Ibid.

Fuente de la imagen: Cuenta de Instagram del Ejército de Chile (disponible en https://www.instagram.com/p/C6FbJvWNeBw/?img_index=1)

One thought on “Ni aún vencido

  1. Excelente artículo, solo que habla del esfuerzo personal y las capacidades propias, pero este esfuerzo debe ir acompañado de la recompensa y no la tangible, si no la anímica, la del trabajo bien hecho, como cunado tu madre te decía “bien hecho”, entonces, no solo de dar y recibir órdenes se trata esto.

Comments are closed.