En estos días en que nuestro país atraviesa una crisis política y social evidente, la cual ha generado un aumento de hechos de violencia que han afectado a nuestra convivencia nacional, hemos sido testigos de un exponencial aumento en la transmisión de información a través de las redes sociales, la que muchas veces ha correspondido a noticias falsas, también conocidas como “Fake News”. De hecho, la periodista y Decana de asuntos académicos de la Universidad de Columbia, Sheila Coronel, indica que hoy Chile es un terreno fértil para las noticias falsas, ya que la gente está más emocional e interesada en fomentar su lado de la discusión y menos interesada en la objetividad.
Sin entender como se originan y cual es el propósito de las Fake News (FN), quise investigar un poco para, primeramente, responder estas inquietudes y además saber como otros países han enfrentado a las FN y que consejos uno como simple usuario de redes sociales puede utilizar para no caer en la “infoxicación” de noticias falsas en la que estamos siendo partícipes. En este breve artículo espero poder entregar al lector algunos consejos útiles para ello.
Las FN son noticias elaboradas y comprobadamente falsas, las que tienen al menos dos propósitos claramente definidos: primero, el de perjudicar a personas, organizaciones e incluso estados, vale decir, buscar por medio de la entrega de un mensaje falso afectar a su objetivo, generalmente por intereses políticos o de recursos; y segundo, el de generar dinero, principalmente a través de publicidad en las visitas de los sitios web donde las FN son publicadas.
Si bien siempre han existido, según el profesor de historia de la universidad de Stanford, Sam Wineburg, la diferencia radica en que en el pasado las FN eran entregadas a través de los periódicos o panfletos que circulaban de mano en mano, en contraste de la actualidad que, a través de las redes sociales e internet, pueden propagarse en cuestión de segundos, abarcando una mayor cantidad de “blancos” (usuarios que reciben, leen y envían), logrando sus objetivos de manera mucho más célere.
Las implicancias de las FN fueron ampliamente divulgadas en dos hitos mundiales recientes: el primero en el año 2016 en pleno desarrollo de la campaña presidencial norteamericana entre Donald Trump y Hillary Clinton, en la cual, incluso se indicó que otros estados intervenían mediante el uso de cuentas fantasmas dirigidas por múltiples servidores en distintos lugares del orbe (lo que hoy conocemos como cuentas bots), afectando las tendencias o tendring topics en la red social Twitter y con esto afectando la percepción de los votantes norteamericanos. De hecho, mucha de la información que circuló en los meses previos a la elección daban por ganador al candidato que finalmente perdió dichos comicios.
El otro hecho fue también en el año 2016, la votación en el Reino Unido sobre su permanencia o no en la Unión Europea. Se dice que también los electores fueron “bombardeados” con FN con el propósito, nuevamente, de afectar la percepción de los votantes aprovechando la gran polarización existente entre los que estaban a favor y en contra, triunfando finalmente la opción de salida del Reino Unido, conocido como Brexit, hecho que hasta el día de hoy no ha podido ser ejecutado como se previó inicialmente.
Aunque en ambos casos nunca se ha podido confirmar la participación de otros estados, si se ha confirmado el empleo de cuentas fantasmas, las que afectaron a la información real. La principal experiencia obtenida es que las FN se propagan mucho más rápido que las noticias reales. De hecho, un estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts publicado en el 2018 en la Revista Science[1] indicó que las FN tienen un 70% más de probabilidades de ser reenviadas en la plataforma de twitter que las noticias verdaderas. Otra experiencia es que desde la aparición de las FN existe una mirada negativa de la calidad actual del periodismo y un aumento en la desconfianza de la circulación de noticias en redes sociales.
Pues bien, ya habiendo despejado un poco mis dudas y de acuerdo con las experiencias antes mencionadas, se presentan a continuación algunas sugerencias simples para evitar caer en las FN, o al menos, para poder poner una barrera a quién la desarrolló:
Consejos:
Antes de reenviar una noticia que recibiste en tus redes sociales, te invito a hacer lo siguiente:
- No creas ni compartas la noticia de inmediato. Muchas veces en minutos te puede llegar la confirmación de que lo que ibas a reenviar es una FN.
- Lee la noticia entera, no sólo el titular.
- Si la noticia que recibiste te generó una reacción emocional muy grande, ¡¡desconfía!! Las FN buscan causar grandes sorpresas o rechazos en los receptores.
- Desarrolla el hábito de desconfiar e investigar en otras fuentes confiables para ti.
- Desconfía de los reportajes que salen de inmediato (noticias bomba), ya que los reportajes requieren de tiempo para hacerlos.
- Revisa el título de la noticia en Google. Si es real, otros medios oficiales ya la habrán publicado.
- Pregúntale a quién te envió la noticia como él la recibió y si pudo verificar la información.
- Verifica el contexto, ya que muchas FN son noticias reales pero que ocurrieron hace un tiempo atrás. Verifica la fecha en que ocurrió esa noticia.
Finalmente, el principal mensaje o enseñanza que podemos obtener es que las FN existen, son reales, son dirigidas y pagadas por grupos con diversos intereses, por lo que debemos estar atentos para no ser parte del ciclo de desinformación. También, es nuestra responsabilidad educar a nuestro grupo familiar y a la gente que tenemos bajo nuestra responsabilidad, ya que debemos ser parte de la solución a esta problemática actual.
Aquí te dejo algunos links de interés que utilicé como fuentes de este artículo, para que las revises y después, con total seguridad, puedas reenviar este escrito a tus cercanos.
Notas al pie de página
Militar con 20 años de experiencia. Enamorado de mi familia, mi país y mi profesión. Aprendiendo siempre y esperando aportar a futuras generaciones.
Muy buen artículo Julio, muy contingente y educativo. Quien cae en el placer de reenviarlas, forma parte de la estadística deductiva del creador, acrecienta su ignorancia y facilita el camuflaje de las reales intenciones.
Estimado Carlos, Muchas gracias por tu comentario. Efectivamente quién reenvía una “Fake News” cae en la intención definida por su creador. Lo importante es, a mi juicio, cuestionarse o quizás desconfiar más de la cuenta, sobre todo en momentos en que nos sentimos “bombardeados” por información. De esta forma evitaremos ser parte del problema. Un abrazo!
Prácticos consejos para neutralizar esta anomalía social. Felicitaciones Julio.