Los oficiales de reserva del Ejército de Chile tienen el privilegio de pertenecer al mundo civil y al mundo militar. Son profesionales que de alguna manera constituyen puentes de integración entre ambos mundos y pertenecen al importante círculo civil que esta más próximo al Ejército.
Es por esta razón que al igual que cualquier persona que ejerce una profesión u oficio, existe una constante necesidad de estar capacitado, y esta responsabilidad recae en la propia persona, quien es el principal motor en mantener la motivación necesaria para adquirir nuevos conocimientos que serán beneficiosos para el Ejército, para su propio desempeño de reservista y también para ponerlo a disposición de la sociedad.
En la actualidad se ha tenido importantes avances en cuanto al acceso a la información y a las facilidades para acceder a educación de diferentes intereses. Esto último ha tenido un gran impacto en los oficiales de reserva del Ejército de Chile, quienes gracias a un gran número de recursos disponibles (documentos y contenido multimedia entre otros), han podido adquirir un aprendizaje fuera de las unidades militares.
La autoformación es parte esencial de cualquier profesional, y no está exenta de ser aplicada en el desarrollo de la propia profesión de un oficial de reserva. La realidad es que los ejércitos forman líderes mediante tres dominios de preparación: institucional, operacional y de autoformación (Naughton , 2020).
Entonces podemos asociar que la preparación institucional es responsabilidad de la organización por medio de sus propios programas profesionales vigentes de formación para oficiales de reserva. Análoga resulta la responsabilidad organizacional de dotar de experiencia operacional por medio de actividades de cuartel o de campaña, en donde participan estos oficiales.
Así, el último dominio, la autoformación es una responsabilidad propia del oficial de reserva, en donde además de sus compromisos civiles, debe dedicar horas pedagógicas a la auto-capacitación en temas militares o áreas afines.
En el último tiempo, se ha observado un número creciente de oficiales de reserva que han participado en programas académicos relacionados a las ciencias militares de forma totalmente autogestionada y desinteresada. Lo anterior, ocurre con el único objetivo de mejorar sus capacidades para servir a Chile por medio de su Ejército. Esta situación trae claros beneficios a la sociedad por el hecho de tener una reserva militar preparada con contenidos académicos actuales, pero también con personal civil que entiende estas temáticas y favorecen las relaciones cívico militares en áreas públicas y privadas.
El lograr la autoformación, requiere un alto grado de compromiso, ya que cada persona debe ser el propio gestor de su proceso de aprendizaje. Para lograr el desarrollo de esta habilidad, se requiere adoptar iniciativas completamente autónomas, que nacen de la propia motivación, iniciativa e interés de un oficial de reserva, que demanda nuevos conocimientos que signifiquen mejorar o adquirir nuevas capacidades, para lograr obtener el llamado “dominio en la autoformación”.
Un método simple para lograr este dominio, es la lectura de un libro, ensayo, o una publicación académica que puede estar disponible en sitios especializados del Ejército, como Escenarios Actuales, Memorial del Ejército y la Revista de Ensayos Militares, todos recursos disponibles en la página web institucional.
También podemos mencionar los medios audiovisuales, que son novedosos y que se encuentran ampliamente disponibles en plataformas de reproducción de video ,donde es posible encontrar películas y documentales con contenido histórico de acciones militares, incluso entre ellos, hay recursos de gran calidad, en donde se dan opiniones y análisis de acciones de combate por parte de connotadas personas del mundo académico, político y militar. El documental “1978 Malvinas; la Guerra desde el Aire” o la serie “Batalla de Tanques”, son dos ejemplos de un buen trabajo audiovisual.
Siempre está latente la necesidad del estudio de las diferentes revistas o documentos académicos para mejorar y asimilar conceptos como guerra híbrida, centro de gravedad o nuevas tecnologías en los sistemas de armas. También se debe considerar la posibilidad de complementar y mejorar los conocimientos en áreas tan importantes como lo es la reducción del riesgo de desastres y la cooperación internacional, todo esto en función de las diferentes áreas de misión de nuestro Ejército.
La autoformación es el primer paso para poder pensar por sobre el nivel táctico (Naughton 2020), que tiene una gran relevancia al tener la posibilidad de tener oficiales de reserva preparados para eventuales conflictos futuros multidominio.
Un oficial de reserva ejerce una profesión dentro de la sociedad y destina desde su tiempo libre, horas hombre a la institución castrense. Pero también en su hogar deberá cumplir horas de estudio para continuar manteniendo actualizado sus conocimientos y capacidades, ya que para todos los fines de la Defensa, un reservista está considerado como militar y no como civil. El oficial de reserva tiene la doble responsabilidad de mantener un nivel doblemente relevante, tanto en su función laboral, como la de reservista de una institución de las FFAA, para que esté siempre preparado para cuando su pueblo le exija ganar una guerra, que eventualmente no será convencional.
Fuente imagen: Cuenta de Facebook del Comando de Operaciones Terrestres (https://web.facebook.com/photo/?fbid=520454611761903&set=pcb.520454781761886&locale=es_LA)
Ingeniero en Administración de Empresas, Oficial de Reserva Ejército, CEIM 2004 Regimiento Nº2 “Maipo”, interesado en temas de reserva militar, reducción del riesgo de desastres y asuntos antárticos.
gonzalopablo.valdes@gmail.com
Si bien la autoinstruccion es importante y claramente es un aporte a la formación de cualquier oficial, también es aun mas relevante, el objetivo o tarea en la cual será empleado, ya que de otra forma solo será enriquecimiento académico sin un fin, que permita obtener los resultados esperados en función de la misión.
En algunos casos la, autoinstrucción incluso puede afectar al correcto desempeño de una organización si no se cuenta con directrices y objetivos claros en los cuales se utilizan estás capacidades.
Gracias por su comentario, efectivamente la auto instrucción, es una etapa que también requiere estar inserta en una estructura, ya que tiene que estar en su justa medida, porque esta no elimina la necesidad de tener un tutor y/o orientador, estoy de acuerdo que mucha dependencia de la auto instrucción puede ser más negativo que positivo.