Un momento cierto e inevitable en nuestra carrera militar, lo marca nuestro pase a retiro, este es un momento crucial en la vida de los militares, un proceso de transición que puede ser desafiante, pero que también ofrece oportunidades significativas para el crecimiento personal y la realización de nuevos objetivos. Desde una perspectiva psicológica del ciclo vital, es esencial abordar este cambio con una mentalidad positiva para asegurar un ajuste exitoso y una vida plena después del servicio.
En la teoría del ciclo vital de Erik Erikson, la etapa correspondiente a la mediana edad se centra en la crisis de la generatividad versus el estancamiento. A los 50 años, que es la edad que ronda en promedio el paso a retiro después de 30 años de servicio, muchas personas están en pleno proceso de evaluar sus logros y contribuciones a la sociedad.
El retiro de una carrera militar, que ha sido central en la identidad de una persona, puede ser visto como un fin abrupto, o como una oportunidad para redirigir sus energías hacia nuevas metas que continúen su legado de servicio y contribución.
Abordar el retiro con una mentalidad positiva no solo facilita la adaptación a una nueva etapa de la vida, sino que también tiene beneficios tangibles para la salud mental y física. La psicología positiva, que enfatiza el bienestar y la resiliencia, sugiere que una actitud optimista puede reducir el riesgo de depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental que pueden surgir durante transiciones significativas (Seligman, 2011). Además, una perspectiva positiva fomenta la motivación para establecer y perseguir nuevos objetivos, manteniendo un sentido de propósito y dirección en la vida post-militar.
Es crucial vivir el retiro con pleno reconocimiento de sus fortalezas y habilidades transferibles, como lo son entre otras el liderazgo, la disciplina y la resolución de problemas. Estos atributos, desarrollados durante los años de servicio, pueden ser aprovechados en nuevas carreras, voluntariados o proyectos personales.
Cobra una importancia relevante la creación de una red de apoyo sólida, incluyendo a la familia, amigos y colegas, como también es fundamental para el ajuste, establecer una conexión con otros que han pasado por experiencias similares y que pueden ofrecer orientación y comprensión, ayudando a mantener una perspectiva positiva en este trascendental momento de transición en la vida.
El paso a retiro como miembro de las Fuerzas Armadas es una etapa significativa en el ciclo vital que, si se aborda con una mentalidad positiva, puede ser el comienzo de una nueva y enriquecedora fase de la vida.
Constituye una oportunidad para reflexionar sobre el pasado con orgullo, establecer nuevos objetivos y continuar contribuyendo a la sociedad de manera significativa. Al mantener una actitud resiliente y optimista, los militares retirados pueden enfrentar este cambio con confianza y esperanza, asegurando así una vida plena y satisfactoria en los años por venir.
General de Brigada (R) del Ejército de Chile. Actualmente cursa sus estudios como alumno de II año de la carrera de Psicología
Sin lugar a dudas hoy el mundo nos entrega una serie de opciones después de la carrera Militar, y como dice el texto, tomarlo con actitud positiva es clave.
Una buena herramienta son los diplomados en altos años de carrera militar que nos ayudan a orientar la nueva etapa de nuestras vivas, que sin lugar lugar a dudas la formación de soldado nos sigue a la vida civil con muy buenos resultados marcando notoriamente la diferencia entre quién es soldado y quien no.
Y no pongo soldado (R) porqué en mi visión No existe el Retirado, está es solo una condición, que nos dice que ya no estaremos en los cuarteles, porque somos Soldados desde que Juramos, hasta el fin de nuestros días.
Siempre Soldado…